Novedades La doctrina Zen del inconsciente
Significado del Sutra de Hui-Neng (Wei Lang)
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En general, el conjunto de los escritos de Daisetz Teitaro Suzuki, es valorado en un doble aspecto por aquellos que profundizaron el Zen. Por un lado, por la hondura y valiosa extensión de su contenido; y por otro –como consumando y coronando la obra– muy especialmente por la realización que de ese contenido parece haber dado pruebas su autor. Tal vez “La doctrina Zen del inconsciente” sea la obra de Suzuky que, tomando la particularidad de lo que mal llamaríamos un tema, es a la vez síntesis de todo lo que anteriormente dijo en sus ensayos e historia del budismo zen. La exposición que hace aquí se divide en tres partes. La primera, breve, si se quiere a manera de introducción, donde plantea la controversia entre dos maestros, Shen-hsiu y Hui-neng, lo que dio como resultado la divisoria entre la Escuela del Norte y la Escuela del Sur en China. Suzuki nos va llevando, tomando textos que narran la época de esa controversia –siglo IX– al fondo del porqué del triunfo de la escuela sureña sobre su adversaria. Nos dirá además que el enfrentamiento que en los relatos toman visos notoriamente exagerados, fue más de los discípulos entre sí, que entre los dos maestros. Y por último también nos explicará cómo el sentir y pensar chinos termina inclinando la balanza a favor de la enseñanza proclamada por Hui-neng, el VI Patriarca, que redimensiona de tal manera el budismo, que se lo suele ubicar en un nivel de importancia bastante cercano al legendario y casi mítico I Patriarca, El Bodhi-Dharma, proveniente de la India y fundador del budismo en China . Suzuki afirma que la doctrina del VI Patriarca es la continuidad del budismo mahayánico del Bodhi-Dharma, pero en su versión decididamente china, es decir: Zen. En la segunda parte de La doctrina Zen del Inconsciente, Suzuki comienza con un gáthá de Hui-neg que responde al gáthá de Shen-hsiu. Conociendo los dos se podrá apreciar mejor las diferencias. El gáthá de Shen-Siu dice así: Este cuerpo es el árbol bódhico. La mente es como un bruñido espejo; Vigilad que se mantenga siempre limpio Y no dejéis que en él se acumule el polvo La repuesta de Hui-neng fue así: No hay árbol bódhico ni espejo bruñido. Puesto que todo está vacío, ¿Dónde puede caer el polvo? Dice Suzuki: “Nunca hasta antes se escucho este tono tan definitorio”. Pero esto no era una lucha entre dos hombres ni mucho menos. Esto se desata después de la muerte del V Patriarca Hung-jen. Hasta el V Patriarca, seguidor del Bodhi-Dharma, la nota dominante en el budismo chino es de raíz claramente hindú. Hun-jen se inclinaba por la aceptación de que La Mente, de la que este universo es una consecuencia con todas sus multiplicidades, es a la vez simple, inmaculada e iluminadora, como el sol tras las nubes. Pero lo que es puro e inmaculado: ¿por qué es necesario quitarle el polvo, que no viene de parte alguna? Hun-jen miraba esto marcadamente desde lo tradicional pero con la alertitud propia de un hombre rico en vivencias.
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